CUARTA PARTE
1Oyó Simón que había reunido Trifón un poderoso ejército para venir contra la tierra de Judá y aplastarla, 2y, viendo al pueblo lleno de espanto y de temor, subió a Jerusalén y reunió al pueblo. 3Los alentó, diciendo: <<Ya sabéis lo que yo, mis hermanos y la casa de mi padre hemos hecho por las leyes y el santuario, las guerras y las angustias que hemos soportado. 4Por esta causa, que es la de Israel, dieron la vida todos mis hermanos, quedando yo solo. 5No quiera el cielo que en esta hora de tribulación rehúya el peligro por amor de la vida, que no valgo yo más que mis hermanos, 6antes tomaré la defensa de la nación y del santuario, de nuestras mujeres e hijos, ahora que, llevadas del odio, se han juntado todas las naciones para aplastarnos>>. 7Se enardeció el pueblo al oír estas palabras, 8y a grandes voces respondió, diciendo: <<Sé nuestro caudillo en lugar de Judas y de Jonatán tu hermano. 9Combate nuestras batallas; cuanto nos digas lo haremos>>.
10Juntando todos los hombres de guerra, se dio prisa a concluir los muros de Jerusalén, que quedó fortificada toda en derredor. 11Envió a Jonatán, hijo de Abesalom, con bastante fuerza a Jope, que echó de allí a los que la guarnecían, quedándose en ella. 12Trifón salió de Tolemaida con un poderoso ejército para invadir la Judea, llevando consigo a Jonatán preso. 13Simón acampó en Adida, frente a la llanura.
14Al conocer Trifón que habían nombrado a Simón caudillo en lugar de su hermano Jonatán y que estaba pronto a trabar batalla, le envió mensajeros, 15diciendo: <<Hemos detenido a tu hermano a causa de la deuda que tenía en el tesoro real por los cargos que desempeñaba. 16Envía, pues, cien talentos de plata y a dos de sus hijos como rehenes, por que al ser libertado no se rebele contra nosotros, y le dejaremos libre>>. 17Aunque entendía Simón que hablaban con engaño, envió el dinero y los dos niños, por no concitar contra sí la enemiga del pueblo, que podría decir: 18<<No ha enviado el dinero y los niños, y por eso pereció Jonatán>>. 19Así, pues, envió los niños y los cien talentos; pero Trifón, faltando a su palabra, no puso en libertad a Jonatán.
20Trifón emprendió luego la marcha para invadir la tierra y devastarla. Para ello, rodeando, vino a Adora; pero Simón, con su ejército, le salía al encuentro dondequiera que él iba. 21Los de la ciudadela enviaron mensajeros a Trifón, rogándole que se diera prisa a venir en su socorro por el desierto y les trajese víveres. 22Preparó Trifón toda su caballería para llegar aquella noche, pero no pudo a causa de la mucha nieve que había caído. Llegó a Galaad, 23y en Bascama dio muerte a Jonatán, que fue sepultado allí. 24Después Trifón dio la vuelta y se volvió a su tierra.
25Mandó Simón por los restos de su hermano Jonatán, y les dio sepultura en Modín, la ciudad de sus padres. 26Todo Israel hizo por él gran duelo y le lloró muchos días. 27Edificó Simón sobre los sepulcros de sus padres y hermanos un monumento de piedras labradas por una y otra cara, alto y visible desde muy lejos. 28Encima levantó siete pirámides, unas enfrente de otras, dedicadas a su padre, a su madre y a sus cuatro hermanos. 29Las asentó sobre sus basas y las rodeó de grandes columnas, y puso en ellas panoplias, naves esculpidas, que pudieran ser vistas de todos los que navegaban por el mar. 30Ese sepulcro que erigió en Modín perdura hasta el día de hoy. 31Trifón, que procedía dolosamente con el joven Antíoco, acabó por darle muerte, 32se declaró rey en su lugar y ciñó la diadema del Asia, trayendo con esto una gran calamidad sobre la tierra.
Simón consolida la libertad nacional
33Simón edificó las fortalezas de Judea, las rodeó de altas torres y muros fuertes, les puso puertas y cerrojos y las proveyó de vituallas. 34Envió algunos hombres escogidos al rey Demetrio, pidiendo que concediera al país la remisión de los tributos, por cuanto los actos de Trifón habían sido actos de saqueo. 35Contestó el rey Demetrio a estas peticiones enviándoles letras del tenor siguiente:
36<<El rey Demetrio a Simón, sumo sacerdote y amigo de los reyes, y a los ancianos y a la nación judía, salud. 37Hemos recibido la corona de oro y la palma que nos habéis enviado, y estamos dispuestos a hacer con vosotros una paz definitiva y a escribir a los intendentes reales que os condonen las deudas. 38Todo cuanto hemos pactado con vosotros sea firme, y las fortalezas que habéis edificado sean vuestras. 39Os perdonamos también las faltas y las ofensas cometidas hasta este día, y la corona que debéis, y si algún tributo se cobraba en Jerusalén, ya no se cobre. 40Si algunos de vosotros estáis dispuestos a alistaros en nuestro ejército, podréis hacerlo, y que reine entre nosotros la paz>>.
41El año 170 quedó Israel libre del yugo de los gentiles, 42y comenzaron a encabezarse así los documentos y contratos: <<El año primero de Simón, gran pontífice, general y caudillo de los judíos>>. 43En los días aquellos acampó Simón contra Gazer, y la cercó con sus fuerzas, construyó máquinas de asedio y las aproximó a la ciudad, acometiendo una de las torres y apoderándose de ella. 44Invadieron la ciudad los que estaban en la máquina, produciéndose en aquélla gran conmoción. 45Los de la ciudad subieron a las murallas con sus mujeres e hijos, rasgadas las vestiduras, y a grandes voces clamaban pidiendo a Simón la paz, 46y le decían: <<No obres con nosotros según merecen nuestras maldades, sino según tu misericordia>>. 47Simón se dejó aplacar y suspendió las hostilidades contra ellos, pero expulsó a los de la ciudad, purificó las casas en que había ídolos, y así hizo su entrada en ella en medio de cánticos y bendiciones. 48Después de limpiarla de toda impureza, instaló en ella gente observante de la Ley, la fortificó, y construyó allí para él una morada.
49Los de la ciudadela de Jerusalén no podían salir de ella, ni entrar en la región para comprar o vender, y pasaban mucha escasez, pereciendo de hambre muchos de ellos. 50Clamaron a Simón en demanda de paz, y él se la otorgó, echándolos de allí y limpiando la ciudadela de impurezas. 51El día veintitrés del mes segundo del año 171 entró en ella con cánticos, palmas y acompañamiento de cítaras, címbalos y arpas, con himnos y cánticos, porque había sido aplastado un gran enemigo de Israel. 52Estableció que cada año se solemnizara este día con regocijo. 53Fortificó el monte del templo, que está próximo a la ciudadela, y habitó allí él con los suyos. 54Viendo Simón que Juan, su hijo, era hombre animoso, le hizo jefe de todas las tropas, con residencia en Gazer.
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