En defensa de la Inmaculada Concepción

El 8 de diciembre, los católicos celebran la definición del dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María.

Este es el dogma que define que María, la madre de Jesús, fue concebida sin pecado original. Lo que quiere decir que desde el momento de su concepción quedó libre de la mancha del pecado que aflige a todos los seres humanos, y fue preservada de todo mal. Este dogma sublime y verdadero se basa en varios factores clave, incluidas las enseñanzas de la Biblia, las tradiciones de la Iglesia y los escritos de los primeros padres de la Iglesia.

Uno de los argumentos clave a favor de la Inmaculada Concepción es el hecho de que María es la única elegida por Dios para ser la madre de Jesús, el Hijo de Dios. En la Biblia, Dios se refiere a María como “bendita entre las mujeres” (Lucas 1:28) y “llena de gracia” (Lucas 1:30)

“Y el nombre de la virgen era María. Y entrando el ángel, le dijo: Salve, llena eres de gracia, el Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres. La cual, habiéndola oído, se turbó por sus palabras, y pensó en sí misma qué clase de saludo sería éste. Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios.”

Evangelio de San lucas

Esto demuestra que ella tiene una relación especial con Dios y es favorecida por él. Lo que implica que María fue preservada del pecado para cumplir su papel como madre de Jesús, y que su impecabilidad era necesaria para que ella fuera merecedora de este gran honor.

Otro argumento a favor de la Inmaculada Concepción es el hecho de que la Iglesia siempre ha sostenido esta creencia. Desde los primeros días del cristianismo, la Iglesia ha venerado a María como la “Reina del Cielo” y la “Madre de Dios”, y ha afirmado su impecabilidad y pureza. Esta tradición se remonta a los escritos de los primeros padres de la Iglesia, quienes escribieron extensamente sobre María y su relación especial con Dios.

“María, Virgen no sólo incorrupta [incorrupta], sino Virgen a quien la gracia ha hecho inviolada, libre de toda mancha de pecado [per gratiam ab omnia incorrupta labe peccati]”.

San Ambrosio

En conclusión, el dogma de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María es una creencia profundamente significativa y valiosa dentro de la fe católica. Se basa en las enseñanzas de la Biblia, las tradiciones de la Iglesia y los escritos de los primeros padres de la Iglesia, y sirve como un poderoso recordatorio de la relación especial entre María y Dios. Es una creencia que la Iglesia ha defendido durante siglos y sigue siendo una fuente de inspiración y consuelo para los católicos de todo el mundo.

Cerramos esta defensa de la Inmaculada, con la proclamación dogmática hecha por el Papa Pío IX

“La Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio concedido por Dios todopoderoso, en vista de los méritos de Jesucristo, salvador del género humano, fue preservada libre de toda mancha de origen pecado.”

Papa Pío IX

Ineffabilis Deus: Definición del dogma de la Inmaculada Concepción: Constitución Apostólica de Pío IX, emitida el 8 de diciembre de 1854