SEGUNDA PARTE
División del Reino
1Roboam fue a Siquem por haberse reunido en Siquem todo Israel para proclamarle rey. 2Así que lo oyó Jeroboam, hijo de Nabat, que estaba en Egipto, adonde había huido de Salomón, le enviaron a llamar y se volvió de Egipto. 3Y Jeroboam y todo Israel vinieron. Y hablaron a Roboam diciendo:
4<<Tu padre hizo muy pesado nuestro yugo; aligera tú, pues, ahora esta dura servidumbre, y te serviremos>>. 5El les respondió: <<Id y volved a mí dentro de tres días>>. Fuese el pueblo. 6El rey Roboam consultó a los ancianos que habían estado cerca de Salomón, su padre, durante su vida, diciéndoles: << ¿Qué me aconsejáis que responda a este pueblo?>> 7Y ellos le dijeron: <<Si ahora te rindes a este pueblo y le complaces hablándole blandas palabras, te estará siempre sujeto>>. 8Pero Roboam no siguió el consejo de los ancianos, y consultó a los jóvenes que se habían criado con él y le rodeaban, 9diciéndoles: << ¿Qué me aconsejáis que responda a este pueblo que así me habla: Aligera el yugo que tu padre nos impuso?>> 10Y los jóvenes que se habían criado con él le dijeron así: <<Habla de este modo al pueblo que te ha dicho: Tu padre hizo muy pesado su yugo sobre nosotros; aligéralo tú. Háblales así: Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre. 11Ahora, pues, mi padre os cargó con pesado yugo, y yo haré vuestro yugo más pesado todavía. Mi padre os azotó con azotes, y yo os azotaré con escorpiones>>.
12Vino a Roboam, pues, todo Israel al día tercero, según lo que había dicho el rey: <<Volved dentro de tres días>>; 13y el rey respondió al pueblo duramente, dejando el consejo que le habían dado los ancianos, 14y le habló así, según el consejo de los jóvenes: <<Mi padre hizo pesado vuestro yugo, y yo lo haré más pesado todavía; mi padre os azotó con azotes, y yo os azotaré con escorpiones>>. 15Desoyó, pues, el rey al pueblo, porque así lo disponía Yavé para cumplir la palabra que Él había dicho por medio de Ajías, de Silo, de Jeroboam, hijo de Nabat.
16Entonces todo Israel, viendo que el rey no le escuchaba dijo al rey: << ¿Qué tenemos que ver nosotros con David? No tenemos heredad con el hijo de Isaí. ¡A tus tiendas, Israel! ¡Provee ahora a tu casa, David!>>
Fuese Israel a sus tiendas (17y Roboam no reinó sobre más hijos de Israel que los que habitaban en las ciudades de Judá). 18Mandó entonces Roboam a Adoniram, que era prefecto de los tributos; pero éste fue lapidado por todo Israel y murió. Apresuróse Roboam a montar en su carro para huir a Jerusalén; 19y así se separó Israel de la casa de David hasta el día de hoy.
20Sabiendo que había vuelto Jeroboam, todo Israel le mandó a llamar a la asamblea y le hicieron rey de todo Israel. La tribu de Judá fue la sola que siguió a la casa de David. 21Llegado Roboam a Jerusalén, convocó a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil hombres de guerra, para hacer la guerra a la casa de Israel y reducirla a la obediencia de Roboam, hijo de Salomón; 22pero Semeyas, varón de Dios, recibió palabras de Yavé, diciendo: 23<<Habla a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de Benjamín, y a todos los del pueblo, diciendo: 24He aquí lo que dice Yavé: No subáis a hacer la guerra a vuestros hermanos, los hijos de Israel. Vuélvase cada uno de vosotros a su casa, porque de mí ha venido esto>>; y ellos, obedeciendo la palabra de Dios, se volvieron, según la palabra de Yavé.
Reinado de Jeroboam en Israel
25Jeroboam edificó Siquem, en la montaña de Efraím, y residió allí; salió después y edificó Penuel. 26Jeroboam se dijo en su corazón: <<El reino podría muy bien volver otra vez a la casa de David. 27Si este pueblo sube a Jerusalén para hacer sus sacrificios en la casa de Yavé, el corazón del pueblo se volverá a su señor, Roboam, rey de Judá, y me matarán a mí>>. 28Despues de pensarlo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: <<Bastante tiempo habéis subido a Jerusalén; ahí tienes a tu Dios, Israel, el que te sacó de la tierra de Egipto>>. 29Hizo poner uno de los becerros en Bétel y otro en Dan; 30y esto indujo al pecado, pues iba el pueblo hasta Dan para adorar. 31Edificó también Jeroboam lugares excelsos e hizo sacerdotes a gentes del pueblo que no eran de los hijos de Leví. 32Instituyó Jeroboam una solemnidad en el mes octavo, el quince del mes, conforme a las de Judá, y sacrificó sobre el altar. Así puso también en Bétel sacerdotes en los altos que había construido, para que sacrificasen a los becerros que había hecho; 33y subió al altar que se había hecho en Bétel el día quinto del octavo mes, que él a su voluntad eligió. Instituyó una fiesta para los hijos de Israel y subió al altar para sacrificar.
Nota: Los libros III y IV de los Reyes, en algunas versiones se llaman libros I y II de los Reyes, ya que los dos libros que los anteceden se llaman a veces libros de Samuel. Estos cuatro libros de los reyes relatan de manera continua los eventos historicos que relatan, por lo cual es util considerarlos como un grupo de 4 libros consecutivos.
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