Elogio de la sabiduría
1La sabiduría se alaba a sí misma y se gloría en medio de su pueblo.
2En la asamblea del Altísimo abre su boca y en presencia de su majestad se gloría.
3-4-5Yo salí de la boca del Altísimo,
6y como niebla cubrí toda la tierra.
7Yo establecí mi tienda en las alturas, y mi trono en una columna de nube.
8Sola recorrí el círculo de los cielos y me paseé por las profundidades del abismo.
9Por las ondas del mar y por toda la tierra.
10En todo pueblo y nación imperé;
11Tras todas estas cosas busqué donde descansar, buscando una herencia para instalarme en ella.
12Entonces el Creador de todas las cosas me dio una orden, y el que me creó reposó en mi tienda.
13Y me dijo: Pon tu tienda en Jacob y sea tu heredad en Israel.
Mora en Israel
14Desde el principio y antes de los siglos me creó y hasta el fin no dejaré de ser. En el tabernáculo santo, delante de él, ministré.
15Y así tuve en Sión morada fija y estable, reposé en la ciudad de Él amada, y en Jerusalén tuve la sede de mi imperio.
16Eché raíces en el pueblo glorioso, en la porción del Señor, en su heredad.
Sus gracias
17Como cedro del Líbano crecí, como ciprés de los montes del Hermón.
18Crecí como palma de Engadí, como rosal de Jericó;
19Como gallardo olivo en la llanura, y he crecido como plátano.
20Como la canela y el bálsamo aromático exhalé mi aroma, y como la mirra escogida di suave olor;
21Como gálbano, estacte y alabastrino vaso de perfume, como nube de incienso en el tabernáculo.
22Como el terebinto extendí mis ramas, ramas magníficas y graciosas.
23Como vid eché hermosos sarmientos, y mis flores dieron sabrosos y ricos frutos.
24Yo soy la madre del amor, del temor, de la ciencia y de la santa esperanza.
25-26 Venid a mí cuantos me deseáis y saciaos de mis frutos.
27Porque recordarme es más dulce que la miel, y poseerme más rico que el panal de miel.
28-29Los que me coman quedarán con hambre de mí y los que me beban quedarán sedientos.
30El que me obedezca no se avergonzará, y los que obren por mí no pecarán.
Está en la Ley
31-32El libro de la alianza de Dios Altísimo es todo esto, la ley que nos dio Moisés en heredad a la casa de Jacob.
33-34-35Llena de sabiduría como de agua el Pisón, y como el Tigris en los días de los nuevos (frutos).
36Llena de inteligencia como de agua el Éufrates, y como el Jordán en los días de la mies.
37Que rebosa de instrucción como el Nilo, y como el Guijón en los días de la vendimia.
38El primero no acabó de conocerla, ni igualmente el último dará con sus huellas.
39Porque su pensamiento es más profundo que el mar, y su consejo más profundo que el gran abismo.
40-41Así yo, como canal derivado del río, como acueducto que conduce al paraíso.
42Díjeme: Yo regaré mi jardín e inundaré mis bancales.
43Y mi bancal se hizo un río, y mi río se hizo un mar.
44Todavía haré brillar la educación como la aurora, y la haré aparecer a lo lejos.
45-46Quiero derramar mi doctrina como profecía y legarla a las generaciones remotas. 47Ved que no me he fatigado sólo para mí, sino para todos los que buscan.
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